El sol cura las heridas que me hicieron unos besos
En ti me quiero perder, jugar y sudar y no parar, ni tan siquiera un momento, ni tan siquiera en sueños, de comer de tus pechos, de tu risa, de tu aliento, de comer de tus piernas, del caldito que baña tu caramelo; de comer de tu cuello, de tu boca, de tus adentros, de tus ojos que me tocan.
Mi alimento: tu cuerpo
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